martes, 29 de julio de 2008

Leen?

Foto "El poder de los libros"


Despreocupados amigos, son uno de los tocados por los dioses en el escaso don de la comprensión de lectura?. Las autoridades del Perú se rasgan las vestiduras, los políticos silban descaradamente mirando a un costado, pero la llaga sigue palpitando indemne a los remedios efímeros que solo detienen la gangrena entre los niños de nuestro país, nuestros niños no comprenden lo que leen.

Solo deslizan sus ojos chinitos por las lineas, más en sus móviles cerebros no se desarrolla ni se desarrollará jamás el pensamiento crítico. Al menos que hagamos algo ahora.

La situación es de emergencia.

Precisamente porque, a pesar de todo y contra la marea, los peruanos somos lectores en potencia, lo demuestra una encuesta realizada por la universidad Católica en el 2007, que demuestra lo siguiente, un 55 % lee todos los días por lo menos un periódico o un libro o la biblia y un respetable 15% lo hace a través de internet.

Pero el 75% desgraciadamente acepta que en su casa con los libros de la abuelita,y contabilizando revistas de moda no llegan a 50 los ejemplares acumulados durante toda su vida.

Creo que ganas de leer no faltan, lo que no hay son posibilidades de desarrollar la lectura por la dificultad de las fuentes de acceso a ella. Porque eso si amigos es precisoque de una vez la gente salga de las" estimulantes" lecturas de diarios chichas, las páginas porno de internet, o las novelitas de pocas paginas con dibujitos. Como sostiene David Bravo, uno de los conspicuos defensores españoles del copyleft y del acceso libre al libro: "Cuando entarba en la tienda y miraba el precio del libro, me daba cuanta de que yo no necesitaba anuncios de televisión que me concientizaran de lo saludable que es para el alma la lectura, lo que yo necesitaba eran 2500 pesetas".

El poderoso caballero al que se refería Don Francisco de Quevedo en sus rimas, el dinero, es el que aun muchos años después sigue imponiendo sus cánones incluso entre los amantes de la libre lectura.

Es cierto, se requiere más dinero, pero sobre todo medidas de gestión de los pocos recursos con los cuales ya cuenta el Perú.

Cuando era yo alumna de la Universidad Católica en Arequipa, cocnocí varios alumnos de letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, los cuales compartieron algunas cosas conmigo, como que no les dejan sacar los libros de la biblioteca, ni por un minuto. Se trata eso si, de aquellos ejemplares únicos, pero desgraciadamente son la mayoría de los comprados desde 1980 en adelante. Los alumnos con sus carnéts de biblioteca a la mano solo pueden leerlos in situ, ni para sacar fotocopias. Cruzando la Av. Venezuela, a los estudiantes tesistas e investigadores, o simples aficionados a la lectura que no somos miembros del claustro de esa universidad no nos permiten revisar los libros de su biblioteca, ni siquiera dentro de su biblioteca, sin previa carta institucional, pago de derechos, y los jueves en las tardes siempre y cuando no sea época de éxamenes, y solo algunos fragmentos.

A los alumnos de la Universidad de Lima no se les permite entrar e ver los estantes de libros si no que deben seguir utilizando el viejo método de llenar el papelito y entregarlo al bibliotecario, lo que dicho sea de paso, es usual en el resto de universidades del Perú.
Por otro lado, la sala de acceso restringido de la biblioteca nacional que si tiene el método de "estantes abiertos" y un estupendo catálogo muy actualizado on - line, que posee la colección completa de libros de Jorge Luis Borges, digamos el mínimo necesario para que sea una buena fuente de acceso a la lectura. Si en el Perú queremos leer a un autor como el fílósofo Michel de Certeau, se enconterará ocho libros en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, cinco en la Universidad Católica, y uno en la biblioteca nacional .
Michel de Certeau escribio mas de 30 libros casi todos traducidos al español.
Este es el nivel de dificultad y precariedad de las mejores fuentes de lectura en el Perú, ¿Cómo será en el resto de bibliotecas?
Creo que hay que convencer a los padres , no a los niños, a dejar que sus hijos se tiren sobre la cama con un libro en la mano, ¿Y cómo hacerlo?. Creo que sería buena idea persuadir a los autores a comprometerse con el otro que hace posible sus propias vidas: El lector.
Si estos sueños se han realizado sin dinero y con voluntad, basta de hipocresía y gritemoslo a boca abierta ¿De que hablamos cuando hablamos de fomento a la lectura desde el Estado Peruano?.