sábado, 22 de noviembre de 2008

Adios al castigo !!!!




El castigar a un niño con un golpe no solo le produce un moretón o - en casos graves - una lesión. También le causa una herida en el alma que tardará mucho tiempo en curarse y que en algunos casos, le dejará una marca por siempre.
En nuestra sociedad esta práctica esta práctica es culturalmente aceptada como un "método" para corregir a los niños, realidad que se ve reflejada en un informe de la UNICEF del año 2006, el cual señala que el 49% de menores en el Perú es víctima de violencia en sus hogares.
Consecuencias:

El castigo físico causa un impacto en el aspecto emocional de los niños, lo que se traduce en una baja de autoestima, sentimiento de inferioridad, timidez, ansiedad, angustia y depresión.

Las situaciones de violencia también afectan los planos cognitivo y social de los menores, ocasioando problemas de atención y generando el riesgo de que los niños agredan tambien a sus semejantes o incluso de hieran a sí mismos.

Hay que tener en cuenta que lo más importante, es la palabra, explicarles por qué no se debe hacer alg. El golpe puede lograr que lo hagan por miedo, pero no hace que entiendan por qué es incorrecto.

¿Qué es? Se trata de una forma de educar sin tener que recurrir a gritos, goleps o castigos. Es una técnica que pretende enseñarles a los menores a autocontrolarse y a autodisciplinarse a través de la reflexión. Se basa en la amabilidad y en el respeto mutuo.

El objetivo no es tener niños "obedientes" sino proporcionarles las habilidades para que puedan tomar decisiones y ser responsables de su propio comportamiento.

jueves, 20 de noviembre de 2008

Promoviendo la lectura


Si un chico crece viendo que los que lo rodean usan libros o revistas para aprender, gozar y crecer espiritualmente, es probable que también se convierta en lector.

Dicen que los padre deben de leer textos en voz alta a asus hijos, por lo menos, durante 15 minutos diarios. Así planteada la cosa, no cabe duda de que se trata de una buena idea. Leer un cuento supone un conjunto de cosas que son positivas: interacción afectiva, permite modular palabras con emoción, actuar sentimientos y dar vida a un discurso a través del contacto entre adulto y el niño. ¡Que más se puede pedir!

Sin embargo la pregunta es ¿Para qué? y ¿Dentro de que contexto? Una lectura cotidiana en voz alta no le puede hacer daño a nadie, pero si a quienes la hacen solo estan poniendo una moda más, tiene poco sentido.

Para saber el tipo de actitud que nuestros hijos tendran frente a la lectura, hay que comenzar por preguntarnos lo que significan los libros para nosotros. Si se trata de instrumentos para gozar, aprender, gozar, crecer, explorar e ir mas allá de nuestra experiencia, desde el primer momento tendrá un enorme valor.

Si estamos habituados a comentar con los chicos lo que leemos, pero tambien lo que vemos y lo que vivimos, leerles en voz alta aerá de enorme utilidad. Si nada de ello tiene relevancia en nuestras vidas, la lectura en voz alta tendrá valor de ejercicio y nada más.

Existen 3 tipos de lectores:
Los que leen con el fin de crecer espiritualmente, tener experiencias estéticas y complementar sus vivencias; los que leen para informarse, capacitarse y divertirse; y, finalmente, los que usan la lectura mínimamente para resolver problemas que lo requieran, como usar la guía telefónica para encontrar un teléfono, llenar un formulario para hacer un trámite o un letrero para orientarse.

En una sociedad desarrollada, la mayor parte de la gente está en esta segunda categoría y es probable que, en nuestro país, muchisimas personas se encuentren en la tercera.
Si un chico crece viendo que los que lo rodean usan libros o revistas para aprender, gozar y crecer espiritualmente, es probable que en su momento, se convierta en lector. Si los padres desde el principio coniverten los libros en objetos interesantes que los vinvulan con sus hijos a través de la dramatización, contar cuentos antes de dormir, narrar historias o inventarlas, seguramente que los jóvenes, además de aprovechar todo ello en su crecimiento, serán en el futuro lectores de alguno de los dos primeros tipos.
Es importante, por último recordar que el efecto no es inmediato.
Los libros tienen en nuestra época mucha competencia: Videojuegos y computadoras, por no mencionar sino dos.
Seguramente aún en un hogar de lectores los chicos dividirán su tiempo entre varias opciones, lo cual es sano. Pero, a la larga, terminarán por usar los libros, y eso es lo m{as importante.