martes, 21 de octubre de 2008

¡Mami me quiero ir contigo!

La inseguridad en el niño origina un apego inadecuado hacia los padres, como tambien dificultad para socializar con los demás.

Todas las mañanas deja a su hijo llorando en el nido. Luego, en el cumpleaños de la tarde, este no quiere separrase de ustde ni para comer una gelatina. ¿Le es cotidiano?.

Cuando un niño demuestra angustia constante al separarse de sus padres es porque quizas presente un cuadro de apego inadecuado hacia ellos, dice la psicóloga Daniela Morales - Bermudez.

Mostrarse deprimido, ansioso o lloroso son las actitudes más resaltantes que caracterizan al infante en dicho aspecto, incluso puede que tras el encuentro, los padres no puedan calmarlos y más bien el niño se muestre molesto y agresivo hacia ellos.

Este fenómeno coloquialmente como "mamitis" o "papitis", puede manifestarse hacia alguien cuya presencia sea importante para el menor, como las nanas.

El lazo afectivo entre madre e hijo debe ser un lazo muy fuerte. Pero el apego normal es desde el nacimiento hasta los dos años y medio de edad aproximadamente a medida que el menor va creciendo e interactuando con otros niños, este debe ir disminuyendo.


La causa:

Estas actitudes se relacionan básicamente con un tema de inseguridad y desconfianza que se puede originar de diferentes formas.

En primer lugar puede deberse a que el niño tiene padres sobreprotectores. El problema se presenta cuando la madre es reacia a soltar un poco al hijo, teme que le pase algo y este sentimiento se lo transmite al niño.

También puede generar en el menor un temor ante la simple idea de ser abandonado por esas personas a las que quiere tanto, ya sea porque efectivamente pasa muy poco tiempo con ellos o a causa de que el soporte afectivo es un tanto ambivalente, recalquemos la importancia de que los progenitores sintonicen emocionalmente con el menor, y se aseguren que volvewrán a encontrarse luego de un rato y no saliendo a escondidas o sin haberle dado ninguna explicación.


¿Qué hacer?

Si el comportamienjto de su niño le impide desarrollarse armonicamente, tanto psicológicamente como cognitivamente, lo mejor es buscar ayuda fuera del núcleo familiar.
Desde la perspectiva de la salud mental, se sugiere ponerse en contacto con psicológos clínicos que trabajen con el pequeño utilizando elementos del psicoanálisis y siempre en comunicación con los padres. También son válidas las terapias familiares. Es importante la ayuda d eotros para analizar la situación desde un plano más objetivo, sobre todo si son profesionales con amplia experiencia. Asimismo es relevante que los padres conversen con los profesores (si los hay) para que también colaboren con su desenvolvimiento social.


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